Emblemática y onomástica
ISSN: 1137-1056
Año de publicación: 2010
Número: 16
Páginas: 239-255
Tipo: Artículo
Otras publicaciones en: Emblemata: Revista aragonesa de emblemática
Resumen
La lengua natural y la emblemática son sistemas de signos útiles tanto por la función comunicativa que soportan como por el placer estético que encierran. En las líneas que siguen se destacan los paralelismos y las analogías entre ambas. Una de ellas es el hecho de contar con un triple componente: sintáctico, semántico y pragmático. Entre las partes de la lingüística, la onomástica -dedicada al estudio del nombre propio en su doble vertiente de toponimia y antroponimia- destaca por su capacidad de establecer relaciones con la ciencia de los emblemas. El nombre propio y el emblema comparten un mismo objetivo: la identificación de una persona o lugar, si bien los medios para lograrlo son distintos y distintas las reglas que gobiernan los sistemas semióticos a los que pertenecen. Se ilustra esto con algunos casos en que el objeto heráldico no responde, según los lingüistas, al significado último de la palabra -topónimo o antropónimo- que los motiva. Pero la verdad de las dos ciencias no tiene por qué ser coincidente, pues cada una posee autonomía. De hecho, la creación del blasón está sometida a su propia preceptiva y podríamos hablar incluso de una poética de la creación emblemática.