Los conventos de clausura del centro histórico de Palma. Potencialidades y nuevos usos vinculados a la gestión de su patrimonio cultural

Resumen

Los conventos de clausura de Palma constituyen un legado de gran importancia patrimonial y urbana. Desde el primer convento fundado en el siglo XIII, a partir de la conquista de Mallorca por los cristianos, se llegaron a contabilizar más de veinte en el siglo XVII. A lo largo de este proceso fundacional, estos no sólo modificaron aquellas áreas bajo su influencia directa, sino que fueron determinantes en la construcción de un determinado modelo de ciudad. Las desamortizaciones supusieron un momento clave y dieron inicio a una prolongada etapa de crisis, hasta el punto de que hoy en día sólo se mantienen clausuras femeninas. A pesar de todo esto, el viejo orden de la ciudad conventual pervive con su presencia. Todas las clausuras localizadas en la antigua ciudad intramuros mantienen su sede histórica y, por lo general y a pesar de las transformaciones y adaptaciones sufridas con el paso del tiempo, sus núcleos conventuales se han conservado con un alto grado de integridad. En conjunto son un rico testimonio de la ciudad conventual que, sin embargo, mantiene un complejo diálogo con el centro histórico palmesano, hasta el punto de mantenerse como enclaves cerrados, ajenos a la vida y las dinámicas urbanas próximas. En este contexto, la crisis de vocaciones por un lado, y la necesidad de crear y diversificar productos turístico-culturales en el centro histórico, por otro, abre una vía de posible colaboración que, teniendo en cuenta los riesgos que ello comporta, merece ser considerada. Como consecuencia, la gestión del patrimonio se demuestra como un elemento clave de esta nueva etapa. Con estas premisas, el principal objetivo de este trabajo es estudiar los conventos de clausura de Palma y conocer las potencialidades y nuevos usos relacionados con el turismo del centro histórico.